Un ambicioso plan de movilidad urbana surgió de la segunda sesión del Consejo Económico y Social (CES) capitalino. Más de 40 recomendaciones que incluyen la descentralización del área administrativa, el fomento del cicloturismo y la realización de auditorías al transporte público, entre otras, obtuvieron dictamen intercomisión y se convirtieron en el primer resultado del organismo colegiado. Los lineamientos le servirán a la Intendencia para la formulación de políticas públicas en la ciudad.
“Como intendenta tengo la obligación, la responsabilidad y el compromiso de escuchar a todas las voces y este es el lugar donde confluyen. Es acá donde se pueden manifestar y elegir cómo quieren vivir en la ciudad: estoy acá como servidora pública para cumplir con cada una de las recomendaciones y sugerencias”, señaló Rossana Chahla, jefa municipal, en el cierre del encuentro.
Un cambio por una mejor movilidad urbanaDe la sesión participaron más de 100 consejeros que representan a 80 organizaciones de distintos sectores: público, académico, empresarial, credos, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil y sindical. Además, Eugenia Mitchelstein, licenciada en Ciencia Política y experta en comunicación, lideró una “Master CES” sobre instituciones en el entorno digital. Fue allí que se celebró el primer dictamen intercomisión en materia de Movilidad y Transporte Público, de 45 recomendaciones hechas por el CES.
Propuestas
En el abanico de propuestas presentadas a la intendenta, se observan algunas que ya están en estudio o implementándose (como la creación de ciclovías seguras o la repavimentación de las principales arterias) y otras, más pretenciosas, que podrían desarrollarse en el largo plazo (como la aplicación de semaforización inteligente o la construcción de un monorriel). En definitiva, las más atrayentes tratan de que, por ejemplo, San Miguel de Tucumán debería trabajar en un proceso de descentralización de las oficinas de administración del microcentro, para aliviar la congestión automotor de la ciudad y revitalizar áreas suburbanas o periféricas, disminuyendo el tránsito en el casco histórico.
Por otro lado, se plantea la planificación de una interconexión entre las bicicletas y el transporte público (y a la vez desalentar el uso del auto particular), garantizando espacios para el guardado seguro de bicicletas y promoviendo la intermodalidad. En línea con ello, otra sugerencia habla de fomentar el cicloturismo en la ciudad histórica: fomentar el uso de bicicletas a través de alquileres y la promoción del cicloturismo con la finalidad de reducir la huella de carbono, permitir el contacto directo con el entorno urbano histórico y fomentar el desarrollo de servicios locales.
En lo concerniente al servicio de colectivos se diseñan alternativas interesantes. La propuesta número 25 plantea reorganizar el transporte público referido a la educación: realizar estudios de tráfico para identificar patrones de congestión y áreas problemáticas en horarios de entrada y salida escolar, modificar rutas que ofrecen conexiones distintas y evitar el emplazamiento de nuevos edificios escolares en el microcentro. Asimismo, el ítem que le sigue insiste en que hay que fortalecer el control sobre las unidades de transporte público tomando, como alternativa, la realización de auditorías técnicas regulares para evaluar el estado mecánico y de seguridad de las unidades. Entre otros puntos, se propone: controlar la transparencia en la inversión de empresas en nuevas unidades, ordenar un control nocturno de las empresas en zonas estudiantiles, controlar la logística urbana de carga y descarga y la inclusión de la tecnología.